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Descubre los Mejores Lugares para Disfrutar Comida Callejera en Manila

Manila, la vibrante capital de Filipinas, es un destino conocido por su rica cultura, historia fascinante y, sobre todo, por su deliciosa comida callejera. Los puestos de comida en las calles de Manila ofrecen una gran variedad de sabores que reflejan la diversidad culinaria del país. Aquí te presentamos una guía detallada para descubrir los mejores lugares para disfrutar de la auténtica comida callejera en esta emocionante ciudad.

Maginhawa Street: El Corazón Gastronómico

Ubicada en Quezon City, Maginhawa Street es un punto imprescindible para los amantes de la comida. Esta calle es famosa por una amplia selección de opciones de comida callejera que van desde platos filipinos tradicionales hasta innovadoras fusiones culinarias. A lo largo de Maginhawa Street, los visitantes encontrarán una mezcla vibrante de puestos de comida, tiendas de postres y pequeñas cafeterías.

  • Isaw: Un plato popular hecho de intestinos de pollo a la parrilla, bañados en una deliciosa salsa.
  • Fishball: Un alimento básico en la escena de comida callejera filipina, que se sirve con una variedad de salsas.
  • Kwek-kwek: Huevos de codorniz rebozados y fritos, una delicia crujiente y sabrosa.

La atmósfera animada y la calidez de los vendedores hacen de esta calle un lugar ideal para sumergirse en la cultura local mientras se disfruta de increíbles bocados.

Binondo: Sabores de la Pequeña China

Como el barrio chino más antiguo del mundo, Binondo es un destino imperdible para cualquier entusiasta de la comida. Este distrito ofrece una explosión de sabores ricos y únicos gracias a su mezcla de cocina china y filipina. Caminando por sus estrechas calles, serás tentado por el aroma de las sabrosas sopas y los bocados fritos.

  • Hopia: Un pastel dulce que es una delicia local, generalmente relleno de judías mungo dulces.
  • Lumpia: Rollitos de primavera filipinos que vienen en variedades frescas y fritas.
  • Taho: Un postre popular de tofu sedoso, jarabe dulce y perlas de tapioca.

La rica herencia gastronómica de Binondo no solo ofrece una experiencia culinaria de primera clase, sino que también una oportunidad para explorar su historia dinámica.

Mercato Centrale: Exploración Culinaria Nocturna

Para aquellos que desean probar una gran variedad de comida bajo las estrellas, Mercato Centrale es el lugar ideal. Este mercado nocturno, situado en Bonifacio Global City, cobra vida después del atardecer ofreciendo a los visitantes una diversidad abrumadora de opciones gastronómicas. La mayoría de los puestos aquí están dirigidos por chefs innovadores y emprendedores locales que ofrecen pruebas de sus creaciones culinarias únicas.

  • Buffalo Wings: Alas de pollo picantes con sabores variados y salsas irresistibles.
  • Lechon: Un cerdo asado entero, famoso por su piel crujiente y jugosa carne.
  • Singkamas: Jícama fresca sazonada con sal y un toque de vinagre para un bocado ligero y refrescante.

La emoción de explorar Mercato Centrale radica en la posibilidad de encontrar platos innovadores y únicos que no se encuentran en ningún otro lugar.

Divisoria: Autenticidad y Variedad

Divisoria no solo es uno de los destinos de compras más populares, sino también un paraíso para los aficionados a la comida callejera. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de la auténtica comida filipina a precios increíblemente asequibles. Desde el amanecer hasta la noche, los olores seductores de la comida cocinada llenan el aire, atrayendo a todos los transeúntes.

  • Puto Bumbong: Un arroz pegajoso púrpura, generalmente servido con coco rallado y azúcar moreno.
  • Balut: Un huevo fertilizado, considerado un manjar y una experiencia que no se debe evitar.
  • Turon: Rollos de plátano y azúcar moreno, fritos y deliciosamente dulces.

La esencia de Manila es capturada dentro de Divisoria, donde las tradiciones y la modernidad se unen, ofreciendo una verdadera experiencia culinaria filipina.

Explorar los mejores lugares para comer en Manila no solo expone a los visitantes a una sorprendente variedad de sabores, sino que también ofrece una ventana a la rica cultura y tradición de la ciudad. Cada bocado cuenta una historia, y cada esquina ofrece una nueva experiencia culinaria esperando ser descubierta.